¡Piscicultura no es Desarrollo, Rio Cisnes Libre!

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Capsula Radial:

 

 

 

 

El día Martes 10 de diciembre del año pasado en Puerto Cisnes, la empresa Terracisnes SPA convoco  por medio de invitaciones personales, a una reunión con el fin de dar a conocer el futuro proyecto de piscicultura que pretenden realizar en la desembocadura del Rio Cisnes. Fue así como nos enteramos que esta empresa, pretende instalar una piscicultura de re-circulación con la que esperan tener la capacidad de producir 30 mil toneladas de salmones al año, para luego pasarlos a los fiordos de Aysén. Terracisnes SPA es solo un nombre más, para una empresa que se dedica a construir este tipo de pisciculturas y luego entregarlo a salmoneras,  por eso, finalmente ellos no tienen el poder de decisión en los métodos de trabajo (con la gente y el ambiente) que adopten los futuros compradores o arrendatarios. Mientras algunas(os) vecinas(os) golpeaban la mesa para decir “Necesitamos trabajo” otros lo hacían para decir “defenderemos el rio cisnes, el humedal y la biodiversidad“. Aparecía entonces el eterno pero nunca resuelto dilema entre trabajo, desarrollo y ecología. “Esto es más de lo mismo” plantea un joven entre los asistentes, y parece que ese es justamente el punto que vale la pena comentar.

 

Desde hace aproximadamente 35 años que la industria salmonera está instalada en Puerto Cisnes y aún no está claro, ni cuál es, ni cuando llegara ese tan afamado desarrollo, por el que vale la pena hipotecar el futuro de los fiordos, ríos, las cuencas y las miles de especies que habitan este lugar, entre ellas  nuestra propia gente, nuestras(os) hijas e hijos. Todos parecen aceptar a la industria porque en apariencia resuelve el problema de trabajo, pero lo cierto, es que un parche curita no cura la enfermedad. Si el día de mañana por ABC motivo, llámese virus, malas condiciones ambientales o económicas, la producción de salmón deja de ser rentable en la zona de Puerto Cisnes, la industria desaparece y con ella el trabajo. Lo único que no desaparece con tanta rapidez es la contaminación y las alteraciones de los ecosistemas. Aparece de nuevo pero agravado el problema de trabajo, y es que las causas de este no las resuelve, ni resolverá ninguna industria. En comunidad nunca nos hemos decidido a buscar fuentes de trabajo, en las que se aproveche respetuosamente nuestro entorno, empleos que se proyecten a largo plazo y en los que no seamos siempre los(as) esclavos(as). No lo harán tampoco y no lo han hecho por nosotras(os) en todo este tiempo las “autoridades”, nacionales, regionales o comunales, que con plazas, cemento y migas de pan (bonos/proyectos) piensan tapar el sol con un dedo y solo trabajan pensando en los votos de la próxima elección.

¿Usted no lo ve? El trabajo que tenemos en la industria, es precario, inestable, abusivo, nos aleja de nuestras(os) familias e hijas(os) y solo nos alcanza, para pagar la canasta básica, la leña, el combustible y los servicios básicos más caros de chile.  Nos alcanza  para sobrevivir y endeudarnos, pensar que vivimos el “desarrollo” y dar gracias por eso.

 

¡Vecinas(os), No nos sigamos equivocando! Quienes decimos no a la piscicultura, Quienes exigimos respeto por nuestra gente y los ecosistemas de esta hermosa Tierra, no somos las(os) responsables de la falta de trabajo. Los políticos que llamaron a nuestras(os) abuelas(os) a habitar estas tierras en nombre de la patria y el porvenir. Son los mismos políticos que han permitido el saqueo de empresas multinacionales que contaminan como en ningún otro lugar del mundo, y se llevan con subsidios y sin impuestos miles de millones de dólares año a año durante décadas. En cambio por nuestra gente, nunca han tenido el interés de  invertir en propuestas de trabajos estables y sustentables, en miras de las próximas generaciones patagonas. Nuestras(os) abuelas(as) se van muriendo en el olvido con pensiones básicas miserables, iguales a las que dan en Santiago, siendo que el costo de la vida en esta región es por lo menos dos o tres veces más alto. Así que ya no creemos en el cuento del tío, sepan que somos muchas y muchos las(os) vecinas(os) que no estamos dispuestas(os) a aceptar que se instalen más pisciculturas, salmoneras o mineras. Porque no solucionan realmente los llamados problemas de trabajo y mucho menos el desarrollo de nuestra comunidad. ¡No aceptaremos más de lo mismo!

Comentarios

“Para las comunidades y pueblos indígenas y campesinos, tener “recursos naturales” en su territorio, más que una bendición se convierte muchas veces en una maldición, porque despierta la ambición de las empresas que empiezan a buscar cómo adueñarse de ellos por todos los medios. Además, los pueblos y comunidades se enfrentan con que el Estado en vez de protegerlas se vuelve cómplice del despojo, y tienen que iniciar una larga lucha para defender sus derechos y su territorio.”


Red regional por una Patagonia sin mineras | Aysén | 2020